viernes, 24 de abril de 2015

WAITING FOR...THE SAINTS: CONCIERTO EN ALGECIRAS (22/04/2015)

Años, décadas, idolatrando a los australianos The Saints. Sin pillarlos en sus pocas visitas a nuestro país y, una semana antes, me entero con sorpresa de que darán un concierto a poco menos de diez minutos de donde, por razones laborales, me encuentro viviendo este año. The Saints entran en mi vida a través del estreno de su disco del 86 “All Fools Day”, un disco estupendo de rock que tiene himnos como “Just Like Fire Would” o “Some Thing Never Change”. Había que bucear en ese rock vital, en ocasiones barrocos en los que su peculiar vocalista, Chris Baley, saltaba con facilidad a espacios más melódicos o dignos del mejor power-pop. Mi sorpresa fue monumental cuando me entero que estaba considerada una de las bandas pioneras del punk, y podríamos hablar de un tridente definitivo junto a Sex Pistols y Ramones. El caso es que cuando me agencio su disco debut “I’m Stranded”, no puedo hacer otra cosa que pellizcarme, una obra monumental a todos los niveles; es punk pero con un sello diferente, definido por la carismática voz de Bailey y la cruda y excelente guitarra de Ed Kuepper . El tema que da nombre a este disco del 77 debería convertirse en un tema obligada escucha si alguna vez queremos entender la historia de la música popular y el desarrollo del resto del disco es inmenso, mi favorita, entonces y ahora, “Messin’ With The Kid”. En la edición remasterizada del 2007 aparecen temas recogidos en sigles y EPs, entre ellas “This Perfect Day”, otra bomba, y la vuelta del revés de “River Deep Mountain High” de Phil Spector. En recientes entrevistas concedidas por Chris Bailey, éste afirma no haber escuchado en ningún momento a los Ramones o a los Sex Pistols, que además desconocía movimientos antecedentes claros del punk como el que protagonizaban bandas como The Stooges o MC5 en Detroit. Cuesta creerlo, y si eso es así, estos tipos fueron unos putos genios. ¿Qué pasó en sus dos siguientes discos? Que lo bordaron. 
“Eternally Yours” y “Prehistoric Sounds” dan un salto cualitativo y nos sorprende, aunque con la base cruda y dura del punk, todo queda engrandecido con unos arreglos añadidos de vientos y guitarras acústicas que nos muestran unos Saints ambiciosos desligados de crestas y nihilismo, creciendo en un panorama que apuntaba hacía el dominio absoluto de la new wave. En verdad os digo que esta bandas se acerca más a los sonidos de la Tamla Motown que de los garitos sucios de Birmingham, el mismo Chris Bailey siempre dijo estar más identificado, al menos en el concepto, con Otis Redding que con Iggy Pop. La evolución del grupo siempre ha avanzado con una dignidad absoluta dejando una cosecha estupenda en los ochentas (con la deserción de Kuepper que montaría una banda llamada de The Aints con la hace sus propias versiones del repertorio antiguo de la banda) como el nombrado “All Fools Day” o “Monkey Puzzle”. De ahí hasta llegar a ese magnífico disco del 2014” King Of The Sun”, donde recupera lo mejor de las cualidades creativas de un Bailey en racha que además añade un disco más en una reciente edición, con los mismos temas pero grabados en directo en el estudio sin arreglos adicionales. Y por fin, el círculo se empieza a
completar y me encuentro casi quince años después con unos Saints convertidos en un power trío, defendiendo su disco actual y lo mejor de su repertorio clásico en una sala con un público escaso, entrada gratuita y obligado a ocupar asiento. El propio Bailey ironiza: “Me siento como si fuera un profesor y ustedes mis alumnos…sólo aprenderían cosas malas de mí”. El nivel de cohesión del grupo es estupenda, con músicos que repiten en gira y que han participado en las últimas grabaciones, Chris se encarga del bajo y voz con gran solvencia, te das cuenta de que estás delante de un grande, al nivel de otros líderes como clásicos como Marriot, Daltrey, Wayne Kramer, Pop, Lydon. Empiezan a caer temas de su último disco , tres seguidos; King Of The Sun, Sweet Chariot yA Million Miles Away. A partir de ahí empieza un inmenso repaso a temas esenciales de su discografía:Waiting For God , This Perfect Day, Let’s Pretend, Something somewhere sometime, Just Like Fire Would, Know Your Product, Ghost Ships,  (I’m) Stranded…Unos setenta minutos de concierto que dejaron un sabor de boca estupendo y suficiente para que, los pocos que estuvimos, quedáramos bendecidos por la eternidad.